Página:Fernández Saldaña - Diccionario Uruguayo de Biografías (1810-1940).djvu/957

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pués, trasfornaron todos los proyectos y el coronel Flores vino a quedar al frente del gobierno.

Melchor Pacheco y Obes, por su parte, había dimitido la jefatura del Estado Mayor el 17 de octubre, poco tiempo después de la muerte del vencedor de Sarandí.

Pasó a la dirección de “El Nacional”, hoja política donde no permaneció mucho tiempo, dispuesto ya a ausentarse del país conforme lo hizo en mayo del 54. Marchó para el extranjero sufriendo de una mortal enfermedad del pecho que lo conduciría al sepulcro. Fijando residencia en Buenos Aires, allí vivió la existencia modestísima que su pobreza le imponía y tuvo ocasión de pronunciar su último discurso al sepultarse los restos del general José María Paz, su ilustre y digno compañero de los días iniciales de la Defensa de Montevideo.

No obstante lo depauperado de su físico, todavía tuvo espíritu para hacer un bello discurso. Orador elocuente, de oratoria tempestuosa, ardoroso tribuno, Melchor Pacheco y Obes tiene un sitio destacado entre los hombres que honraron muestra tribuna, así como lo tiene igualmente entre los periodistas por sus campañas de prensa y entre los poetas por sus composiciones, constantes en varias antologías, pues sus versos no se colectaron nunca en libro.

Murió el 21 de mayo de 1855 y su cadáver se transportó a Montevideo al día siguiente.

El 8 de octubre de 1876, durante la dictadura de Latorre, sus cenizas recibieron sepultura definitiva en el Panteón Nacional, el mismo día que las del general Eugenio Garzón.


PAES DA SILVA, FIDEL

Jele militar, brasileño de nacionalidad, nativo de la provincia de Río Grande, donde se le conocía por su nombre portugués de Fidelis.

Luego de prestar servicios a la causa legalista en la guerra de los Farrapos, se estableció en nuestro país en la zona de la frontera y tuvo participación en las luchas y entreveros tan frecuentes en la Guerra Grande por aquellas remotas soledades.

Sólo en la revolución forista de 1863, es que Paes aparece como factor activo en nuestras cosas al servicio del caudillo invasor y como militar bajo banderas nacionales.

Muy baquiano en toda la zona que comprendía el norte de los departamentos de Tacuarembó y Salto — los viejos grandes departamentos de antes — muy rápido en sus operaciones y movimientos y de valor probado, Fidelis, según el nombre popular con que siempre fué conocido, resultó un valioso elemento para la causa revolucionaria colorada.

Paisano de buena índole pero medio fantaseoso y carente de ilustración, no podrá extrañar la proclama un tanto abigarrada que firmó al venir a incorporarse a Flores con

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