contra el mismo general Batlle, Paes da Silva prestó buenos servicios a la causa constitucional hasta el día en que pereció en acción de guerra.
El 15 de agosto de 1871, trabadas sus fuerzas en combate con las revolucionarias que mandaban los comandantes Juan María Puentes y y, P. Salvañach y a las cuales esperaba sorprender, Fidelis fué a su vez sorprendido, derrotado y muerto en Corrales, Tacuarembó, al mismo tiempo que su segundo, brasileño de nación pero al servicio del país, el comandante Manuel (Maneco) Illa,
El mayor Lino G. Arroyo con la infantería a sus órdenes, trató en vano de rescatar el cadáver del coronel Fidelis.
Este triunfo de la revolución a poca menos de un mes del terrible desastre del ejército de Aparicio en Manantiales, fué de enormes consecuencias para la causa revolucionaria, pues sobre vigorizar la fibra partidista a punto de mantenerse en pie hasta el año siguiente, llevó a la conciencia de ambos contendientes que la guerra por la guerra no tendría término y preparó el avenimiento conocido por la Paz de Abril, aj tada con el gobierno de Gomensoro, sucesor del general Batlle.
PAGANUCCI, JUAN
Escultor italiano, profesor de la Escuela Nacional de Artes y Oficios, cuyo último período de vida transcurrió en Montevideo.
Toscano, nacido en el año 1831, tenía en su patria obra que respondiera por él, y poco antes de embarcarse para el Uruguay se había descubierto una estatua, trabajo suyo, en la fachada del Duomo de Florencia, a la par de otras de Berdono y Passaglia.
Su presencia en nuestro país derivó de un contrato celebrado con intervención de Juan Manuel Blanes, por el cual vendría Paganucci como maestro a la Escuela de Artes.
Llegado a Montevideo en enero de 1880, su actuación como profesor no respondió a las esperanzas que se cifraban en su competencia artística reconocidas, pues carecía de condiciones de docente.
Demostró en cambio poseer vasta ilustración, que puso de manifiesto en sus conferencias sobre Miguel Ángel, por ejemplo; y ser un acuarelista fácil y de calidad, en una exposición realizada con bastante éxito en 1824.
Como escultor, aparte de algunos bustos particulares, hizo al año siguiente de llegar un proyecto de sepulcro monumental para el Obispo Vera; y, enfermo y mudo después de una terrible operación, sobreponiéndose a los rigores del destino, modeló las bellas y graciosas figuras de la Música y la Danza, que coronan con fina nota de arte el frontispicio del Club Uruguay, en la Plaza Constitución.
Falleció en nuestra capital el 27 de setiembre de 1888, liberado por la muerte de la dolencia que venía aquejándolo.
