lo nombró comandante de la Guardia Nacional de San Juan, y allí tuvo a sus órdenes el Batallón Libertad. Estos servicios le valieron el grado de teniente coronel del ejército argentino, en cuyos cuadros figuró varios años, pues distanciado políticamente de Flores desde los días de las contiendas conservadoras en Montevideo, negóse a acompañarlo en la “Cruzada Libertadora”. Recién vino a la patria en el gobierno del general Batlle, viejo compañero del 55, el cual lo reincorporó a nuestro escalafón, con el grado que tenía en el de la otra banda, el 28 de setiembre de 1868, y lo hizo Jefe Político de la capital el 14 de enero de 1869.
Combatiendo los revolucionarios blancos de Timoteo Aparicio en la guerra civil de 1870-72, ascendió a coronel el 11 de octubre del 70, Formó en la expedición marítima a Maldonado, y el 25 de diciembre del mismo año mandó el centro del ejército gubernista en la sangrienta batalla del Sauce, donde con su comportamiento brillante contribuyó a que Suárez se sostuviera en el campo.
Gomensoro lo hizo una segunda vez Jefe Político de Montevideo, y en el desempeño de ese cargo Pagola fué acusado de intervención indebida en las elecciones. Puesto en el trance de renunciar, Gomensoro, por cuyos candidatos había trabajado como Jefe Político, le dió el cargo de Capitán del Puerto el 4 de diciembre de 1872.
Ellauri sustituyólo por el coronel Eduardo Vázquez, así que ascendió al gobierno, y Pagola plegóse entonces al grupo colorado opositor llamado candombero, tomando parte en las agitaciones que prepararon los sucesos de enero de 1875. Después del motín fué como delegado del gobierno dictatorial de Montevideo a negociar el Acuerdo de la Florida con los blancos de Aparicio, firmado el 19 de enero.
Otra vez Jefe Político de la capital el 4 de febrero, vióse envuelto en una intriga y sospechado de conspirador. Por este motivo, un extraño decreto de Varela de fecha 14 de abril lo exoneró del cargo, a la vez que anexaba la Jefatura de Policía al Ministerio de Gobierno. La resolución, originada por motivos políticos, prolongóse hasta el 5 de mayo, en que luego de declararse que “habían cesado las causas”, la Jefatura se retraía a su normalidad, para le confiada al coronel Carlos Gaudencio, hombre de confianza de Varela.
Cuando Latorre vino a la dictadura, Pagola, como todos los colaboradores más o menos activos del período de Varela, quedaron anulados.
Vivía revistando en la Plena Mayor Pasiva, olvidado en su vieja quinta de Punta Carretas — paraje que era desierto entonces — cuando lo fué a sacar de allí el presidente general Santos, que necesitaba y sabía prestigiarse llamando a su lado a viejas figuras con servicios al Partido Colorado, del que se titulaba jefe.
