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de abril de 1844, y con el mismo, pero en el arma de caballería, pasó el 30 de enero del 45 al Regimiento Sosa y después, el 24 del mismo mes del año 46, al batallón 1° de Cazadores, unidad ésta que, el 21 de julio de 1849, cambió su denominación por la de Voltígeros.

Sargento mayor graduado el 4 de febrero de 1848, efectivo y primer jefe del cuerpo el 13 de enero del año siguiente, antes de finalizar el sitio de Montevideo había llegado a coronel graduado, el 13 de agosto de 1851.

Celebrada la paz de octubre, pasó a formar parte de la División Oriental que bajo las órdenes del coronel César Díaz integraba el Ejército Grande Aliado Libertador en Sud América.

Comandaba el Batallón de Voltígeros, fuerte de 404 plazas, en la jornada triunfal de Caseros el 3 de febrero de 1852, donde tuvo fin la tiranía de Juan Manuel Rosas, asegurando la libertad argentina.

El 4 de agosto de 1852, al crearse los batallones de Cazadores N.os 1 y 2 con las fuerzas de infantería que habían regresado al país, el coronel Palleja pasó a mandar el segundo.

Formando en la revista militar del 18 de julio de 1853 en la Plaza Matriz de Montevideo, se produjo entre el cuerpo de su mando y la Guardia Nacional, el choque sangriento de donde derivó, más tarde, la aguda crisis que puso fin al gobierno constitucional de Juan Francisco Giró.

En la reacción armada que se produjo casi en seguida para restablecer la autoridad del Presidente depuesto, León de Palleja tomó parte a órdenes del coronel Venancio Flores, miembro del Triunvirato, en la campaña que en 29 días pacificó al país.

En la Plana Pasiva desde el 1° de marzo de 1853, y coronel efectivo el 6 de diciembre del propio año, fué baja del ejército en la presidencia de Pereira, en 1857.

Habíase domiciliado en Durazno, donde se ocupaba de trabajos de campo, cuando bajo la sospecha de que buscaba incorporarse a las fuerzas revolucionarias del general Flores, que había invadido la República el 19 de abril de 1863, fué tomado preso y traído a Montevideo el 10 de julio, alojándosele en tal calidad, sucesivamente, en el Fuerte San José, en el cuartel del 2° y por fin en pontón Berenice, fondeado en el puerto, donde se le tuvo tres meses.

En la prisión, con el permanente pensamiento de que, indefenso, podría ser víctima de un atentado, se dejó. crecer las uñas de un modo anormal, procurando que se mantuvieran agudas y filosas para usarlas como armas. Incluído por el jefe revolucionario en un canje de prisioneros a raíz de la toma de Florida, el gobierno no quiso acceder a la propuesta. Al fin obtuvo la libertad por empeños especiales del agente diplomático de España. Pasó a la Argentina y a los pocos días de la toma de incorporóse al ejército florista en la costa del Colorado.

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