PATIÑO, SIMÓN
Militar, coronel del Ejército, con larga actuación de armas y también política. Había nacido en el Cardal en 1814 y principió su carrera en calidad de simple soldado en enero de 1839, dentro de los muros de Montevideo, formando parte de las fuerzas móviles de la ciudad. Sirviendo en el batallón Unión ascendió a cabo 1° el 14 de abril de 1843, a sargento 2° en setiembre del mismo año y a sargento 1° en octubre del año siguiente. El 24 de enero de 1848 llegó a subteniente en el batallón 2° de Infantería, unidad ésta que hacia el fin de la guerra, el 20 de julio de 1849 se llamó “Resistencia”, donde ascendió a teniente 2° el 31 de agosto del mismo año y a teniente 1° el 10 de setiembre de 1850.
Formó parte del ejército vencedor en Caseros, el 3 de febrero de 1852, y transformada su unidad en Batallón N° 2 a partir del 4 de agosto de 1852, obtuvo los ascensos de ayudante mayor el 4 de diciembre de 1853 y de capitán el 21 de abril de 1854.
Participe en 1857 en la revolución colorada del general Cesar Díaz, cuando el ataque a la capital el 9 de enero del 58, el Gobierno lo incluyo erróneamente entre los oficiales muertos. Sofocado el movimiento pudo escapar al extranjero, siendo baja del ejército por “rebelde y traidor” desde el 15 de febrero.
Emigrado en la Argentina, prestó allí servicios reconocido como mayor, hasta su vuelta con el general Flores en la Cruzada Libertadora — revolución de 1863-65 — al término de la cual fué reincorporado al ejército en calidad de sargento mayor. Llamada a las armas la Guardia Nacional en mayo de 1865, mandó como 2° jefe el batallón N° 3 de Infantería de la capital, y en junio se le transfirió a la jefatura del N° 2.
Marchó a la guerra del Paraguay, para hacer una parte de la campaña de Corrientes y regresar a Montevideo, donde se halla su nombre en convocatorias y clubes, como miembro del grupo colorado que se denominaba neto.
Fué uno de los padrinos de José Cándido Bustamante en su trágico duelo con Servando Martínez en 1866 y por ese motivo vióse extrañado del país conforme a decreto del gobernador Flores.
Revocada la orden casi en seguida, tuvo el cometido especial de exhumar, para su traslado a Montevideo, los restos de los Jefes y Oficiales ejecutados o ultimados en 1858 después de la capitulación de Quinteros, los cuales yacían en el cementerio de la ciudad de Durazno o en sus cercanías.
Jefe del Batallón 1° de Guardias Nacionales en febrero de 1868, en ocasión del asesinato de Flores, el 28 de agosto siguiente ascendió a teniente coronel con antigüedad de julio 23 de 1865.
En marzo de 1869 se le encuentra
