Página:Finke Mujer Edad Media.djvu/137

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

Conclusiones. — El material no es uniforme. Se muestran diferentes tendencias. Pero una cosa es preciso proclamar, y es que indudablemente en los últimos siglos de la Edad Media destaca con relieve el desvío, la censura y el desprecio de la mujer. No creo que ello obedezca a motivos de principio, como la actitud cristiana o el ascetismo, el celibato de los sacerdotes, etc. Creo más bien, como el famoso romanista francés Paul Meyer, que la afición a hablar mal de las mujeres es uno de los lugares comunes de la literatura universal en todos los tiempos, incluso en el nuestro. ¿Cómo podría si no el egiptólogo Maspéro señalar la analogía existente entre las burlas populares de la antigua Menáis y las de la Edad Media?

Lo más importante en todo caso es que seme- jantes manifestaciones literarias no nos ofrecen completa imagen de la estimación de la mujer medieval, ni siquiera — me atrevo a decir — los rasgos capitales. El mundo de la práctica era com- pletamente otro, incluso en lo que al ascetismo se refiere. Sólo he de ofrecer un ejemplo concreto. Al final del siglo xi fundó un predicador peniten- te, Roberto de Abryssel, de la Orden de Fonte- vrauld, una orden de penitentes con monasterios dobles, en los que de ordinario había celdas para 300 monjes y 500 monjas. El departamento de mujeres lo tomaba todo a su cargo: doncellas y viudas, hospitales para enfermos y leprosos, en-

— 137 —