tione feminee christianse, universalmente tradu- cido, ofrece'aún hoy sobre la educación corporal, intelectual, moral y práctica de las jóvenes, ense- ñanzas útiles.
Un nuevo tipo de mujer. — Con todo, predo- minan en la literatura del Renacimiento los ideales mundanos, de los que se habla con pre- ferencia. La personalidad acabada y completa, armónica en todos sentidos, que ha de aspirar a formarse toda mujer de calidad, apenas concuer- da con el ideal de la Edad Media. El tipo de la raujer señorial es una creación renacentista: son mujeres con espíritu y ánimo masculino, que en caso de necesidad saben gobernar el Estado, que normalmente tienen correspondencia con prínci- pes, hombres de Estado, frailes y monjas, que encumbran la grandeza y brillo de su casa, como la citada Lucrecia Tornabuoni, y que salen al campo de batalla, vigilan a sus soldados, de- fienden valerosas las fortalezas y toman vengan- za sangrienta de sus enemigos. Todas, Catalina Sforza, Isabel de Nápoles, Margarita Fortebrac- cio ostentan la mención honorífica de «virago» o amazona. No obstante su parecido místico en el campo de batalla y en los litigios diplomáticos, cree J. Burkhardt que acaso a todas ellas es posi- ble encontrarlas una fisonomía propia. Consti- tuyen todas la fama de la Italia de entonces, y no tienen apenas parecido con el ideal de la mujer
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