Página:Finke Mujer Edad Media.djvu/173

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

hombres; recuerda a las mujeres celtas que actua- ban de diplomáticos. El Cardenal se muestra después partidario incondicional de todos los de- rechos femeninos; cree a la mujer capaz de des- empeñar todos los cargos, incluso de realizar los más difíciles ejercicios corporales y las danzas guerreras. En algunos momentos, transitoria- mente, le asaltan reservas morales. Pero pronto reacciona contra ellas. ¿Qué haría el varón aban- donado a sí mismo? El Cardenal vislumbra un ideal de mujer fuerte, segura de sí misma, enér- gica, que evita igualmente los pequeños embustes y las groseras violencias; en una palabra, su re- verenciada tía, Vittoria Colonna. Vittoria, a pe- sar de algunas analogías, no es, sin embargo, una de aquellas «viragos» antes descritas. Dama verdaderamente elevada e influyente en la alta sociedad de su tiempo, fué, sin embargo, de una humildad y de una devoción infantiles.

La mujer en la sociedad renacentista. — Estas nuevas relaciones entre los sexos y el nuevo idea- río que denotan, se observan a cada paso en la nueva sociedad renacentista que surge en Italia y poco a poco trasciende al otro lado de los Alpes. En Alemania, la polémica literaria sobre la mu- jer se desarrolla después con calma y sin conse- cuencias. La mujer, y especialmente la alemana, con sus defectos y calidades, fué estudiada, sobre todo, por Erasmo en sus Colloquia familiaria.

— 173 —