cómo pasa noche tras noche, añorante, en la Co- lína de los muertos, y su corazón lentamente desfallece por la separación del amado. Influencia del cristianismo. — E,l cristianismo influyó hondamente, como hemos dicho, en la relación jurídica entre el hombre y la mujer. Las ideas de San Pablo, según las cuales, aunque la mujer esté sometida al hombre, no debe imperar en el vínculo ninguna consideración de poder egoísta, y el hombre debe querer a la mujer como a su propio cuerpo, encontraron en los pueblos alemanes terreno extraordinariamente propicio. Las ideas peculiares del país sobre la relación de varón y hembra fueron aproximándose a las ideas cristianas. La primera influencia aparece en lo referente al consentimiento matrimonial. El an- tiguo Derecho alemán conocía el matrimonio por rapto, por compra y, además, el debido a imposi- ción del padre. El cristianismo representa la li- bertad e independencia del individuo, frente a la fuerza de la costumbre y del Derecho; es para él de más valor la propia determinación del sujeto. Desde luego, no quiso en ningún caso la Iglesia eliminar la autorización paterna en el matrimo- nio; a ello se oponía el cuarto mandamiento. El primer progreso trascendental aparece cuando en los Derechos nacionales se introduce el precepto de que no pueda contraerse matrimonio sin el consentimiento de los novios. Á esta situación se
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