de su temperamento, que parece pereza, no lo es; es voluptuosidad, debido á los rigores del ardiente clima de los trópicos. El sol calcina, y sólo durante la noche hay en Cuba brisas agradables, que parecen gratas caricias de frescura: sin embargo, la humedad de la noche es muy malsana, porque origina fiebres, y las fiebres cubanas aniquilan y matan.
Ya está, á ligeros rasgos, esbozado el tipo de la mujer cubana, que no se debe ni se puede apreciar debidamente fuera de su país, porque parece que al asimilarse otras modas y otras costumbres y al atemperarse á otros climas pierden muchos de sus encantos. Este es un detalle de observación muy importante tratándose de la mujer cubana, tipo femenino adorable que parece creado por la naturaleza para divinizar el Amor, pues cada cubana parece que tiene un idilio en los ojos y un beso en los labios.
GERTRUDIS GOMEZ DE AVELLANEDA
Nació este peregrino ingenio, en Puerto Príncipe (Cuba), en marzo de 1814, de padre andaluz y madre cubana.
