reproducen en la sangre y causan graves complicaciones y aún la muerte, como ser: la infección séptica (supuración), infección pútrida; carbúnculo (grano malo); rabia, el tétano; también penetran las enfermedades infecciosas, aunque á veces no haya herida visible. Lo más peligroso es la infección por materias putrefactas, como ser: cadáveres, dientes de animales carnívoros, objetos con sangre vieja, etc.
Las heridas emponzoñadas son producidas por venenos ó substancias tóxicas que penetran en la sangre y su efecto depende de la calidad y cantidad de veneno (vívora). Para prevenir esta absorción se debe, lo más pronto posible, ejercer una suave compresión sobre el miembro, por encima de la herida, con preferencia con una venda elástica: ligas ó tiradores (lámina 79), ó sino con un pañuelo atado mientras se desinfecta ó cauteriza la herida ó se procede á limpiarla y curarla rápidamente.
También se expulsa haciendo sangrar la herida ó por aplicación de ventosas ó por succión (con la condición de que no exista lesión en los labios); desinfectar con puntos de fuego ó por las substancias cáusticas y antisépticas: formol, ácido fénico, ácido nítrico ó potasa cáustica; ó lavando con una solución roja de permanganato de potasa, ó solución de bicloruro de mercurio, comprimiendo la herida para que sangre y dejando la herida en un baño antiséptico que se repite á menudo, ó envolviendo la herida con una compresa mojada en las soluciones antisépticas ya nombradas.