El canto de las sombras
Abnegados campesinos . que eleváis en lejanía la más bíblica canción, cuando veis en vuestros campos al amor de los estíos las espigas en sazón.
Gris minero, sombra húmeda y cautiva del presidio terrenal, para quien está muy lejos y el calor vivificante de la llama sideral.
Para quien es siempre noche, pero noche desolada ¡larga noche de inquietud! transeurrida entre temores y suplicios de ataúd.
Solitario navegante, muda lágrima del mar que transportas a la fría indiferencia de otros lares el recuerdo venturoso de la patria y del hogar.
Morador de las cubiertas, ala mártir del ““adiós”” que desatas al acaso, la visión de tus miserias y te vas, confiando en Dios.
Misioneros de la vida, atalaya de la torre más profunda hacia la luz, evangelio que difundes la más lógica doctrina, incensario del alcázar, númen, cielo, lauro y eruz!
Promisión de Pan y Ceres, eje humano que sostienes la mundana rotación, sol eopioso de las mieses, floración : . Po
Templo de Eros, prez de Flora, — - lumbre de Euros que presides el más límpido alboral, fruto y gracia de Pomona, voz del Fénix inmortal.
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