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El canto de sombras
EL ADIOS DE UNA ESTIRPE
Han pasado... como el gesto legendario le una era, los eharrúas indomabies de de tierra en que cuaeí que eruzaron eonosus Seehas lao rebroa pisuera
y cantaron en la selva Hiernamente elo raras
Han pasado... ! Cual testigos de esa sombra pasajera, nada qued: juraná, y ol frenético alarido que repite cas pda sacudida en los desiertos por das rálagas al VÍ
más que el bronee de osuoosió
Es un pálido reenerdo el legajo de su vida: una historia oseura yo triste, una y Yo que ica que trazaron las misiones en la tarde colonias:
el fulgor apenas suave de una estrella anochecida que irradió en otras edades y hoy se aleja esiremecida en las horas somnolientas del erepúseulo oriental,
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