Página:Historia de un amor turbio - Los perseguidos (1908).pdf/158

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
158
Historia de un amor turbio

le ahora; le daba asco. Lo cual no hizo sino afirmarlo en la convicción de que quería mucho más á Eglé de lo que él suponía.

Ese lunes estuvo á punto de ir á Lomas, pero se sentía mal. Pasó el día siguiente peor, aún, y el domingo, llegando a la quinta, presentía sordamente que esa noche concluía todo.

Como siempre en esos días últimos, Eglé, aproximándose á él, lo miró con dolorosa atención. Al ver sus ojos no tuvo duda de que otra noche de angustia les esperaba.

Rohan, contraído, le puso por toda caricia la mano en el cuello.

—Necesito hablar contigo. Quedémonos aquí.

—Qué? murmuró ella angustiada.

—Dime: por—qué—no—me—di—jis—te que habías tenido novio?

Eglé tendió el brazo á él, pero la fría in movilidad de Rohan la heló.

—Ya te dije la otra noche.....