Página:Historia de un amor turbio - Los perseguidos (1908).pdf/175

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
175
Historia de un amor turbio

rosa pausa que es menester, suspiró sacudiendo la cabeza, para dar á entender que ya se podía y debía hablar de otra cosa.

—En fin!.... Qué grata sorpresa, Rohan!

—He tenido muchísimo gusto... Acabo de decir á Mercedes que temía....

—Oh, cállese, por favor! Vd. no tenía que temer nada. Bien sabe el cariño con que lo hemos recibido siempre en casa..... Siempre nos extrañábamos... con Elizalde—sus ojos se apartaron un momento para alejar el fantasma querido de que Vd., por su disgusto con Eglé, no hubiera vuelto más á vernos.

—Yo también, le juro; pero poco después me fui al campo, y al principio estaba aún algo sensible.

La madre lo miró sonriendo y sacudiendo la cabeza:

—Qué muchachos!...Se rehizo, seria.

—Supimos no sé por quien que su papá había muerto...