quarenta y nueve grados i medio. Surgieron en una tierra incognita y despoblada en que hallaron solamente guellas de hombres, rastros de dardos, remos y redes; alli escalaron las cumbres de los empinados montes trepando por peñas tan afiladas, que les despedasaban los sapatos; descubrieron muchas ensenadas, canales, rios y puertos, y un archipielago en que contaron ochenta y cinco islas. Tomaron possession de aquel pais por Castilla con singular solemnidad, vsando puntualmente de la forma y ceremonias que para tales actos de possession disponen las leyes municipales de las indias. En vna grande isla, que llamaron de la Santissima Trinidad, y el puerto nuestra Señora del Rosario, en cinquenta grados cabales.
Dexaron aquellas islas, y virando a lo largo la mar afuera les cargó un recio temporal, y recorriendo la Almiranta con viento Occidental, quando temió chocar con la tierra se halló muy a la mar es mas de cinquenta y seis grados, y aplacando el tiempo, reconocieron nuevas islas y canales, de donde infirieron que era tierra que forma y da lado al estrecho por el mar del sur y no corre por el mismo rumbo, hasta la voca del estrecho; sino que tuerce hazia el Levante, y que por alli avia otro passo por donde se comunicaban los dos mares, del qual discurso se valieron despues los olandeses. El Capitan Villalobos y el piloto mayor Hernando Lamero, se inclinaban introducirse por aquellos canales y tentar si avia passo, pero resistiéronlo vivamente los soldados y marineros, que hizieron volver la proa a Chile.
La Capitana, miéntras duraba la furia del viento, se recogió a una abra ceñida de dos altissimas cordilleras, en donde se abrigaron, hasta que se mitigó la tormenta, y reconociendo la quebrada, vieron que iba entrando mas y mas en tierra: echaron al agua vn vergantin, que trahian armado, y navegando muchas leguas adentro, se certificaron ser aquella la garganta del estrecho, y le passaron sin dificultad. Tomaron possession de muchos puertos, levantaron cruzes y al pié de vna amontonaron muchas piedras, entre las quales dentro de los cascos breados de una botija pusieron una carta embuelta en polvos de carbon, en que significaban el derecho que el Rey de España tenia sobre aquellas tierras. Mudaron el nombre al estrecho y le llamaron de la Madre de Dios, y aunque se mejoraba con este titulo, nunca se ha podido borrar el de Magallanes.
En los ultimos linderos del Estrecho, y primeros de la banda Boreal, advirtió Sarmiento un arco iris, formado de la reververacion de los rayos de la luna llena en las nubes que se le oponian; cosa que la tubo por nueva y de ninguno hasta aquel tiempo vista, en lo qual se engañó, porque el año de 1501, cerca del mismo parage, dize Liberto Fórmondo que Americo Bespucio vió otro arco iris de la Luna semejante al referido. Y el Flamenco Gema en doze de Marzo de 1579 vió otro arco iris de la Luna. Y Daniel Sennero, natural de Witemberga, medico y astrologo de fama, el año 1599 descubrió vno tan matizado de colores, que competia con los del Sol. En Flandes se manifestó otro en el Plenilunio de Diciembre, año de 1617. Ultimamente, el Almirante Don Pedro Porter Casanate, Caballero del órden de Santiago, gobernador que fué de este Reyno, absolutamente docto en las Matematicas y en el arte nautica, de que estampó un ingenioso libro, atrabezando desde la costa de Sinalva en la Nueva España el Golfo de la California, y hallándose en el altura de 26 grados y qua-