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Página:Historia general de el reyno de Chile - Tomo I.djvu/200

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HISTORIA DE CHILE

a la punta, el qual juegan a dos manos, y en dando a uno un golpe, como son tan forzudos, si dan en la cabeza le aturden y con el garabato le derriban. Y en qualquiera parte que den, hazen grande impresion, y con lo retorcido de la macana derriban al herido. Otros usan de unas porras claveteadas con unos clavos de herrar que solo muestran las cabezas y donde dan con ellas hazen terrible bateria i muchas heridas de un golpe: llaman a este instrumento lonco-quilquil. Otros usan de los toquis y achas de pedernal enastadas en un palo y cortan con ellas como con una acha de yerro, y como estos indios no tenian yerro antes que los Españoles viniessen a sus tierras, de estos toquis de pedernal aguzados se aprovechaban para cortar lo que ahora cortan con las achas de yerro, y a falta de cuchillos les servian las conchas de el mar para cortar qualquier cosa.

Sin esto lleban a la guerra pedreros que van de vanguardia, i unos que lleban algunos garrotillos arroxadisos, que unos i otros sirven de desvaratar la caballeria. Otros usan de unas volas de piedra atadas con nervios, que tirándolas traban un caballo o un hombre, que no se puede menear. Y destas se aprovechan mucho los puelches para la caza de los animales, y con ellas los atan de pies y manos y luego llegan i los cogen en el lazo. Usan tambien del arco y flecha con un agudo pedernal en la punta. Como no tenian yerro, para las lanzas ni para los frenos, espuelas y otros instrumentos de guerra antes que viniessen los Españoles, los hazian todos de palo i oy tambien hazen lo mismo quando no hallan yerro. Porque de una madera muy dura, que llaman luma, tostada, hazen yerros de lanzas y otros instrumentos fortissimos, y sin esta tienen otras maderas muy duras como el Guayacan, el espino y el voldu, que son maderas que suplen en muchos casos la falta de el yerro. Y assi de estas maderas hazen las sillas, los yerros de lanza, los frenos, las espuelas, los estrivos, los arcos y las flechas: con que no necesitan de herreros i no les faltan armas offensivas. Las deffensivas, como los coseletes, faldones y morriones, las hazen de pellexo de toro crudio, de que hazen adargas, petos y morriones, y les defienden como si fueran armas de acero, y algunas ay tan fuertes que son a prueba de vala de arcabuz.

Su marcha no es en ileras, sino atropados con sus reconocedores por delante, y su principal cuidado es echar emboscadas i lograr algun descuido de el enemigo. Reusan cuanto pueden el dar batallas de poder a poder, y quando las dan es facil el vencerlos por no hazer cuerpo de exercito. Mas, quando la necesidad les fuerza, por encontrarse los dos exercitos enemigos, forman sus escuadrones, cada ilera de cincuenta soldados mas o menos, conforme la ocasion y la gente, entre pica i pica, flecheros i macaneros, ombro con ombro; y assi se van succediendo los unos a los otros, acometiendo con tanta algazara i voceria que...[1] terror a la gente cobarde, diziendo a grandes vozes: Lape! lape! que quiere dezir: mueran, mueran. Acometen haziendo mil monerias, dando saltos, tendiéndose en el suelo, levantándose con gran ligereza, quebrando el cuerpo i haziendo acometidas i retiradas, y tan sin temor a la muerte, como barbaros, y con tan gran violencia que es menester mucho esfuerzo para resistir al Ímpetu de sus primeros acometimientos. Y lo principal


  1. Inintelijible.