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DIEGO DE ROSALES.

navegan con discrecion y observando los tiempos jamas se pierden, como lo emos visto, que los Padres de la Compañia de Jesus son los que mas atraviesan aquellos golfos en estas piraguas, doctrinando y convirtiendo aquellos indios, en continuo movimiento de islas en islas, y jamas se les ha perdido piragua ni peligrado religioso ninguno, porque se arriesgan con discrecion y no con temeridad, que esta es la que haze naufragar a muchos por hazerse neciamente animosos. Los soldados, quando van a maloquear a las tierras del enemigo, llevan estas piraguas cargadas en piezas, y en llegando a un rio cosen los tres tablones y en passando los descosen y vuelven a cargar. Y quien no quiere peligrar no vaya contra el viento ni a la volina estando el mar alborotado, que es ponerse a manifiesto riesgo de naufragar.

Acontecióme (yendo a visitar aquella provincia) aver pasado muchos mares y golfos en estas piraguas, y en una punta hallar el viento tan contrario y el mar tan encrespado, que para no perecer ube de salir de la piragua y con toda la gente caminar dos leguas a pié por la playa del mar, dexando los necesarios en la piragua para gobernarla y sacarla de aquel peligro.

De estas piraguas usan tambien los indios Pegüenches, que habitan junto a la famosa laguna de Naguelguapi y otras que confinan con Chiloé. Mas los serranos Pegüenches de la Villarrica navegan la laguna de Epulabquen (que significa dos mares, por ser dos lagunas continuadas en medio de la cordillera que parecen mares, si no en la grandeza, en la hinchazon de sus olas) en valsas y canoas. Y en una isla que hazen en medio se hazian fuertes los indios para defenderse de los Españoles; mas el capitan don Luis Ponce de Leon, tan conocido por la nobleza de su sangre como por sus hazañosos hechos, aunque no tenia embarcaciones con que conquistarlos y darles asalto en el fuerte de su isla, hizo cien valsas de maderos secos, y embarcándose cuatro o cinco en cada valsa, asaltaron la isla con gran valor, defendiéndose con no menor los enemigos, peleando un dia entero, unos desde tierra y otros en la laguna con sus embarcaciones, trabando una sangrienta batalla naval: hasta que los undió el valeroso capitan con muerte de muchos y con mas de trescientos cautivos, que con sus valsas y las del enemigo sacó a tierra: que a no valerse de esta industria de hazer valsas no pudiera aver rendido este enemigo.

No supo aprovecharse tan bien de ellas en el pasage del Rio Bueno el maestre de campo don Juan de Salazar, año de 1654, que aviéndole dado por arbitrio que hiziesse valsas para passar el rio, las dispuso tan mal que no fueron de provecho, y queriendo remediarlo con hazer una puente de sogas y varillas atravesadas, como la tienen en la ciudad de Santiago en el famoso rio de Maipu, la hizo, no como esta de maromas gruesas y de materia fuerte como es el cáñamo, sino de sogas de pellexo de vaca que, humedeciéndose en el agua, con el peso de la gente se cortaron, y apretando el enemigo a los primeros que passaron y cargando sobre la puente, se undió con toda la gente y fué causa de una gran mortandad. Por donde se ve quanto importa la buena disposicion de un capitan para el passage de los rios y lagunas y quanto daña la mala, pues aqui se perdió la flor del exercito, se vió a pique de perderse el resto dél, los amigos estubieron para alzarse y los enemigos quedaron ensobervecidos con la victoria.