estrecho de San Vicente o Lemaire, mas arriba del Estrecho de Magallanes. Al levante con los llanos del Tucuman, que se dilatan por casi trescientas leguas, hasta aquella parte donde con el Atlantico oceano se introduce con el poderoso Rio de la Plata. Por el occidente con el amplissimo mar del sur, que se esparce sin terminos espresamente conocidos.
Este es el sitio y demarcacion del Reyno de Chile, segun el distrito y jurisdiccion de su gobierno y Real Chancilleria; pero lo que propiamente se llama Chile y está poblado, empieza desde el valle de Copiapó, en veinte y seis grados, hasta la ciudad de Castro, en el Archipielago de Chiloé, en cuarenta y tres grados, sin que aya mas adelante poblacion ninguna de Españoles, sino de naciones varias de indios gentiles que viven rustica y barbaramente. Por el lado del oriente le ciñe la gran cordillera nevada de los Andes, y entre ella y el mar su mayor latitud es de treinta leguas, y la mas comun de veinte. Otra serrania, de no tan sublimes cumbres, se levanta en la costa, y prolongándose a trechos en altos y empinados montes, descubre a trechos seguros puertos y abre apacibles ensenadas. Encerrándose, pues, Chile y lo fértil de él entre estas dos cordilleras, forma una larga calle o plaza de armas, en que han pasado cosas dignas de memoria para la posteridad y de gusto y enseñanza para los presentes. Tendrá esta calle de largo, desde Copiapó hasta la ciudad de Castro, trescientas leguas, todas pobladas de indios, aunque no en la abundancia y multitud que antiguamente tubo, porque las pestes, las hambres, en que se comian unos a otros, las guerras con los Españoles y entre sí civiles, los han consumido con tan grande baja, que Osorno, que tenia cincuenta mil indios, no junta oi cinco mil; la Imperial, que tenia treinta mil, no tiene oy mil cabales; Arauco, que tenia diez mil, tendrá quinientos, y assi ay muchas tierras vacias que han poblado los Españoles y echo grandes estancias de ganados y sementeras en los valles que están mas retirados de la gente de guerra.
Para que mexor se sepa donde yaze Chile, se deben advertir los dos polos del cielo, el uno Polo Artico, que es una estrella fixa que se ve en España y es el exe del cielo, y el otro Polo Antartico, que es el otro exe de este nuevo mundo, el qual no tiene estrella fixa, sino un cruzero, que está a treinta grados, de cuatro hermosissimas estrellas en forma de cruz, por donde se siguen los marineros, como en Europa por el Polo Artico. Pues debajo de este cruzero cae el Reyno de Chile, y los de él son antipodas de los de España, que están en veinte y siete grados, y están pies con pies unos con otros. Y aunque San Agustin, gran doctor de la Iglesia, Lactancio y otros philosofos juzgaron que no avia antipodas, despues que se descubrieron las Indias y se an visto habitadas todas estas tierras, se ve por experiencia que los ay en todas partes y que los pies de unos están enfrente de otros, y el Zenith de los unos es Nadir de los otros. De donde nace que discordemos en todo, porque quando acá es verano allá es invierno, y quando acá es media noche allá es medio dia.
Otros ay que habitan en otra parte debajo de nuestro orizonte y meridiano, en un paralelo de tanta altura o declinacion del Polo, que nosotros y ellos tenemos una misma diversidad de tiempos, y difieren en que los tienen encontrados. Porque quando en unas partes es noche todo el tiempo, como en la Noruega, acá todo es dia, y al contrario, quando en el Estrecho de Magallanes son los dias de tres horas, sin verse sol, allá son los dias de veinte y una hora y tres horas de noche. Y aunque