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Página:Historias extraordinarias (1887).pdf/61

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Doble asesinato

considerando que aquel drama era un misterio insoluble, pues no veía medio alguno de descubrir las huellas del asesino.

—No debemos juzgar de los medios posibles—repuso Dupin—por esa instrucción embrionaria. La policía parisiense, tan elogiada por su penetración, es muy astuta, y nada más; procede sin método, ó sólo adopta el de primer momento. Se hace mucho aparato de medidas, pero á menudo sucede que son tan inoportunas y poco apropiadas al objeto, que nos recuerdan á Mr. Jourdain, aquel que pedía su bata para oir mejor la música. Los resultados obtenidos, sorprendentes á veces, se deben en la mayoría de casos á la diligencia y actividad: cuando estas facultades son limitadas, los planes abortan. Vidocq, por ejemplo, era bueno para adivinar; era hombre de paciencia; pero su pensamiento no estaba bastante educado, y siempre equivocaba el camino por el ardimiento mismo de sus investigaciones; disminuía la fuerza de su visión al mirar el objeto demasiado de cerca. Podía ver uno o dos puntos con la mayor claridad, mas á causa de su procedimiento, no abarcaba el aspecto de la cuestión tomada en su conjunto. Esto podría considerarse como un medio de ser demasiado profundo. La verdad no está siempre en un pozo, y en cuanto á las nociones que más de cerca nos interesan, creo que se halla invariablemente en la superficie; la buscamos en la profundidad del valle, y en la cima de las montañas es donde la descubriremos.

En la contemplación de los cuerpos celestes hállanse muy buenos ejemplos de esa especie de error.

Dirigid una rápida ojeada á una estrella, miradla oblicuamente con la parte lateral de la retina (mucho más sensible que la central á una luz débil), y veréis la estrella distintamente; así se podrá apreciar con más exactitud su brillo, el cual se oscurece á