BELZU 9
comprender sus cualidades ni soportar sus defectos; y aquellas dos existencias se separaron para no volver á reunirse sino en la hora suprema al borde del sepulcro.
Santa Cruz, que en su prevencion contra Belzu, y apesar del relevante mérito del jóven oficial, lo habia postergado hasta entonces, le dió al fin, pero como regalo de boda, la efectividad de capitan, y el grado de sargento mayor.
Despues, y sucesivamente, sirvió en el batallon N* 4 y en el ministerio de la guerra, donde se hallaba cuando en Mayo de 1835 se abrió la campaña sobre el Perú.
En la batalla de Yanacocha, donde se distinguió entre los mas valientes, fué ascendido á comandante y segundo gefe de un cuerpo, con el que siguió la campaña sobre el norte.
Belzu desaprobó abiertamente la actitud del mandatario de Bolivia, desde el momento en que de auxiliar se convirtió en conquistador. Consagró lágrimas de dolor y de indignacion al sacrificio de la ilustre víctima del 18 de febrero, y nunca, segun su propia espresion—nunca sino en aquella guerra impolítica, el cumplimiento del deber militar fué penoso para él.
Así cuando el ejército llamado pacificador hubo llegado á Lima y que Belzu encontró incorporados