cuentos escritos por esa época y con■esa que “ha usado lo fantástico para tratar ese tema de una manera que, en mi opinión está muy próxima a la realidad”. En cuarto lugar, Cortázar a■rma que “sus cuentos en esencia no han cambiado”. Precisamente nos interesa enfocar de que manera Ia tensión entre realidad y fantástico aparecen en dos textos de esta época: “ Segunda vez” de Alguien anda mrahl (1 977) y" La escuela de noche" de Deshoras (1 982). ¿Se resuelve o no la tensión que el autor mani■esta entre política y estética? El problema lo enfrenta , por una lado, con una cuestión estética: hacer efectivo el compromiso sin caer en el pan■eto, en el discurso político, en el documental y , por otro, con una cuestión ética que- según las declaraciones que acabamos de citar- preocupaba a Cortázar: la e■cacia del arte, de la palabra para combatir atropellos e injusticias. Se trata de ver de qué manera en estos cuentos el autor logra o no fundir la nueva visión que tiene de la realidad latinoamericana sin dejar por ello de escribir literatura fantástica? Recordemos en este momento que, para Zvetan Todorov, la ambigüedad a nivel del enunciado y la duda a nivel de la naturaleza del hecho narrado son conceptos sobre los que se cimenta el fenómeno fantástico. En su ya canónico trabajo Introducción a la literatura fantástica, Todorov sintetiza del siguiente modo las condiciones que, a su juicio, debe tener un cuento fantástico: que su cita es de 1983, por tanto, es válido conjeturar que se re■ere a los nes: en primer lugar, que el texto obligue al lector a considerar el mundo de los personajes como un mundo de personas reales y a vacilar entre una explicación sobrenatural de los hechos. Luego esta vacilación puede ser también sentida por un personaje(...). Finalmente es importante que el lector adopte una determinada actitud frente al texto: deberá rechazar tanto la interpretación alegórica como la interpretación poética. Estas tres exigencias no tienen el mismo valor. La primera y tercera constituyen‘ verdaderamente el género; la segunda puede no cumplirse.(Todorov, 1970, p.44) Nuestra de■nición del fantástico exige el cumplimiento de tres condicio- presenta con una falsa inocencia realista. El primer aspecto destacable es el 67 Consideremos, en primer lugar, el cuento “Segunda vez”. El texto se
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