Página:Julio Cortázar y el relato fantástico.djvu/70

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literatura fantástica y compromiso político , entre literatura y vida, se ponen en evidencia. Jaime Alazraki en su artículo “ Los últimos cuentos de Cortázar" se re■ere al libro en los siguientes términos: coincidencia de la critica en considerarlo como uno en que la relación entre se tocan, y desde esa nueva simbiosis de imágenes superpuestas la opacidad de los hechos cede, la literatura ve y alecciona. EI relato no es la realidad, pero desde el relato la realidad dice algo no dicho desde el orden a que está sometida( Alazraki, 1994, p.166) La ■cción se convierte en una poderosa óptica de la vida. Ficción y realidad y Terry Peavler. Este último sostiene que los cuentos fantasticos de esta última etapa de Cortázar suponen una “menor suspensión de la incredulidad" que los primeros. El cuento del que nos ocuparemos, “ La escuela de noche", es según Raúl Silva Cáceres uno de los últimos relatos escritos por Cortázar? EI texto aparece estructurado sobre una serie de ambigüedades que contribuyen a la creación de varios niveles de signi■cación’ en los cuales se integran los elementos fantásticos e históricos. Un primer nivel de lectura posibilitaría leer el cuento como un relato de pasaje de infancia a adolescencia( el hecho de que quieren realizar la experien- cia antes de salir de séptimo grado), narración de los ritos de iniciación sobre los que Cortázar ha escrito más de una vez. El narrador, desde una focalización casi única en este caso, es protagonista de los hechos narrados pero el hiato temporal que lo separa del sí mismo que realiza la experiencia le permite establecer una evidente distancia moral entre su condición de narrador maduro y su joven ser aventurero. La frase de apertura del cuento es clara en cuanto a la explicitación de las distancias: “De Nito ya no sé nada ni quiero saber. Han pasado tan tas cosas, a lo mejor toda vía está allá o se murió, o anda afuera " ( Cortázar, 1994, p.494). Se evidencia el distanciamiento de su sí mismo joven y del otro personaje del relato. Este interés de distanciamiento logra triunfar en el plano diurno, cuando el “no sé ni quiero saber” se impone pero es derrotado en el plano nocturno de la pesadilla, cuando los sueños del narrador retornan a los años 30 una y otra vez. La oposición entre diurno / nocturno que afecta 72 En esta misma línea de pensamiento se mani■estan Raúl Silva Cáceres