Ir al contenido

Página:La Divina Comedia (traducción de Manuel Aranda y Sanjuán).djvu/74

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
58
LA DIVINA COMEDIA.

sica (1), encontrarás, sin necesidad de hojear muchas pȧginas, que el arte humano sigue cuanto puede á la Naturaleza, como el discípulo á su maestro; de modo que aquel es casi nieto de Dios (2). Partiendo, pues, de estos principios, sabrás, si recuerdas bien el Génesis, que es conveniente sacar de la vida la mayor utilidad, y multiplicar el género humano. El usurero sigue otra via; desprecia á la naturaleza y al arte, y coloca su esperanza en otra parte.—Ahora sígueme; que me place avanzar. Los Peces suben ya por el horizonte; el Carro se ve hácia aquel punto donde expira Coro (3), y lejos de aqui el alto promontorio parece que disminuye (4).


CANTO XI.

Primer recinto del séptimo círculo, el de los Violentos.—Encuentran en él al Minotauro, que es su guarda.—Los que han cometido violencia contra la vida y los bienes del prójimo están sumergidos en un rio de sangre.—Más abajo, los Poetas encuentran una tropa de Centauros.—Uno de ellos, el centauro Neso, pasa á Dante en su grupa á través del Flegeton.

El sitio por donde hubimos de bajar era un paraje alpestre (5), y tal, á causa del que allí se hallaba (6), que todas

(1) La de Aristóteles.

(2) La naturaleza procede de Dios, el arte de la naturaleza; por eso dice, valiéndose de una semejanza, que el arte es nieto de Dios.

(3) Coro: nombre que se daba antiguamente al viento Nordeste. Quiere decir, que amanece.

(4) El promontorio que vieron al principio del canto.

(5) Alpestre, lo mismo que áspero y montuoso. Nos permitimos este neologismo, que nos parece admisible, derivándolo de Alpes, lo mismo que, de Pirineos, decimos pirenáico.

(6) El Minotauro.