dras; pero un poco antes (si no estoy equivocado) de que viniese Aquel que arrebató á Dite la gran presa (1) del primer círculo, retembló el impuro valle tan profundamente por todos sus ámbitos, que creí ver al universo sintiendo aquel amor, por el cual otros creyeron que el mundo ha vuelto más de una vez á sumirse en el caos (2); y entonces fué cuando esa antigua roca se destrozó por tan diversas partes.
Pero fija tus miradas en el valle; pues ya estamos cerca del rio de sangre, en el cual hierve todo el que por medio de la violencia ha hecho daño á los demás.
¡Oh ciega pasion! ¡oh ira desatentada, que nos aguijonea de tal modo en nuestra corta vida, y así nos sumerge en sangre hirviente por toda una eternidad!
Ví un ancho foso en forma circular, como la montaña que rodea toda la llanura, segun me habia dicho mi Guia, y entre el pié de la roca y este foso, corrian en fila muchos centauros armados de saetas, del mismo modo que solian ir á cazar por el mundo (3). Al vernos descender, se detuvieron, y tres de ellos se separaron de la banda, preparando sus arcos y escogiendo antes sus flechas. Uno de ellos gritó desde lejos:—¿Qué tormento os está reservado á vosotros los que bajais por esa cuesta? Decidlo desde donde estais, porque si no, disparo mi arco.—Mi Maestro respondió:—
(1) Jesucristo, cuando sacó las almas de los santos padres del Limbo, colocado por Dante en el primer círculo.
(2) Empédocles opinó que el mundo tuvo su origen en la discordia de los elementos, y por el contrario, que por su concordia ó sea por la union de las partículas con sus semejantes, se disolvió en el caos; por eso dice aquí Virgilio que se le figuró que el universo sentía amor; esto es, que los elementos volviesen á su concordia, al caos.
(3) Los Centauros, en general, eran hijos de Ixion y de la Niebla, á la cual dió Júpiter las aparentes formas de Juno: simbolizan la vida feroz y sin ley. Por eso están aquí guardando á los violentos.