1 Mientras los aqueos se armaban junto á los corvos bajeles, alrededor de ti, oh hijo de Peleo, incansable en la batalla, los teucros se apercibían también para el combate en una eminencia de la llanura.
4 Júpiter ordenó á Temis que, partiendo de las cumbres del Olimpo, en valles abundante, convocase la junta de los dioses; y ella fué de un lado para otro y á todos les mandó que acudieran al palacio de Jove. De los ríos sólo faltó el Océano; y de cuantas ninfas habitan los amenos bosques, las fuentes de los ríos y los herbosos prados, ninguna dejó de presentarse. Tan luego como llegaban al palacio de Júpiter, acomodábanse en asientos de piedra pulimentada que para Jove había construído Vulcano con sabia inteligencia. Allí, pues, se reunieron. Neptuno tampoco desobedeció á la diosa; y dirigiéndose desde el mar á la junta, se sentó en medio y exploró la voluntad de Júpiter:
16 «¿Por qué, oh tú que lanzas encendidos rayos, convocas de nuevo la junta de los dioses? ¿Acaso tienes algún propósito acerca de los teucros y de los aqueos? El combate y la pelea volverán á encenderse muy pronto entre ambos pueblos.»