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Mas no penetró el bronce, cuyo temple
La punta remachó del duro acero.
El gran hijo de Atreo Menelao,
Preparando su lanza, de esta suerte
A Júpiter supremo le suplíca:
„¡Oh Rey supremo Jove! haz que al presente
„Castígue á Páris yo que me ha ultrajado,
„Y que al impulso de mis manos cayga,
„Para que asi los hombres venideros
„Teman hacer ultrage al que oficioso
„Les dé hospitalidad en su palacio,
„Con la señal mas cierta y verdadera
„De su amistad y estimacion sincéra.”
 Dixo asi Menelao : vibró el hasta,
Y dió tan fuerte golpe en el escudo
Del hijo de Priämo el bello Páris,
Que todo lo pasó de parte á parte.
Penetró la coraza, é igualmente
La túnica rompió por el costado;
Pero Páris al ver partir el golpe
Se inclinó y evitó la muerte fiera.
Mas sacando al momento Menelao
Con enojo su espada, da tal golpe
En el yelmo que cubre á su enemigo,
Que la espada se rompe en varias piezas,