trabajo pintan los maestros madrileños el estado de las Escuelas de España, no tienen aplicacion en todas sus partes respecto de la mayoría de nuestros edificios escolares en lo que se refiere a la falta absoluta de patios; i podemos pensar con orgullo que tenemos nuestras Escuelas Superiores que están indicando claramente que el Supremo Gobierno se preocupa de proporcionar al pueblo locales hijiénicos i confortables; i tengo la completa seguridad de que domina en el elevado criterio de V. S. la idea salvadora de estender en todo el pais los beneficios de una construccion escolar que reuna las condiciones de hijiene i comodidad.
En lo que respecta al niño mismo i su aflictiva situacion, hai que confesar que el retrato es perfecto, i que en gran parte, se puede aplicar al estado de los alumnos de nuestras escuelas, sobre todo en lo que se refiere a la falta de alimento de nuestra infancia desvalida.
Con la debida anuencia del señor Inspector Jeneral de Instruccion Primaria, que tuvo la mas entusiasta aprobacion para mi proyecto, he iniciado este año, aunque en una forma restrinjida i modesta, el repartir alimentos en las escuelas de los barrios mas populosos i necesitados.
I a este efecto, como via de ensayo, he repartido pan en varios establecimientos, i los resultados han sido mui satisfactorios. Por ejemplo, en la Escuela Superior de hombres núm. 9, situada en la calle de San Pablo, que cuenta con una asistencia media de 525 alumos, repartí pan a los niños a las 10 de la mañana: lo devoraban con avidez, i es mui revelador el hecho de que solo un niño dejó de recibirlo.
Es necesario, señor Ministro, conocer de cerca la miseria en su cuadro mas conmovedor: innumerables niños de trajes roidos, muchos de ellos descalzos, con cara que revelan el hambre, que apaga sus miradas de