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San Agustín

mataron al hermano de Rómulo, no los enemigos, ni los extraños, sino el mismo Rómulo, que, ó ejecutó por sí mismo el fratricidio, ó mandó se hiciese; y aun cuando así fuese, parece tuvo mejor derecho para decretarlo, pues Rómulo era el primer jefe y legislador de los romanos, y Paris no era del mismo modo de los troyanos.

¿Por qué razón provocó la ira de los dioses contra los troyanos aquel raptor de la mujer ajena, y Rómulo, que mató á su hermano, excitó y convidó á los mismos dioses á que tomasen sobre sí la tutela y amparo de los romanos? Y si este delito ni le cometió, ni le mandó ejecutar Rómulo, no obstante que la transgresión era digna de castigo, toda la ciudad fué la que le hizo, porque toda pasó por él y no hizo caso de él; y no mató precisamente á su hermano, sino lo que es más notable, á su mismo padre; en atención á que el uno y el otro fué su fundador, y quitando al uno alevosamente la vida no le dejaron reinar, creo que no hay para qué insinuar el castigo que mereció Troya para que la desamparasen los dioses, y así pudiesen perecer, y el bien que mereció Roma para que hiciesen en ella asiento los dioses y pudiesen fomentarse; á no ser que digamos que, vencidos, huyeron de Troya y se vinieron á Roma para engañar también á estos nuevos fundadores de la república romana; sin embargo de que es más cierto el que se quedaron en Troya para engañar, como suelen, á los que habían de ir á vivir en aquellas tierras, y ejercitando en Roma los mismos artificios de sus reiteradas seducciones, triunfaron de mayores glorias, siendo adorados con extraordinarios honores,