Página:La ciudad de Dios - Tomo I.pdf/169

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
151
La ciudad de Dios

CAPÍTULO VII

De la destrucción del Ilión, el cual asoló Fimbria, capitán de Mario.


131 Y para explicarnos con más sencillez, decimos que, cuando ya pululaban las guerras civiles, ¿en qué había pecado la miserable ciudad de Ilión para que Fimbria, hombre facineroso del bando y parcialidad de Mario, la asolase con mayor fiereza é inhumanidad que antiguamente lo hicieron los griegos? Entonces aun escaparon muchos huyendo, y muchos hechos cautivos á lo menos vivieron, aunque en perpetua servidumbre; pero Fimbria mandó ante todas las cosas promulgar un bando por el cual ordenaba que á ninguno se perdonase, y así quemó y abrasó toda la ciudad y sus moradores: este impío decreto mereció la ciudad de Ilión, no por mano de los griegos, á quienes había irritado con sus maldades, sino por la de los romanos, & quienes habia propagado con sus calamidades, no favoreciendo para estorbar tantas desgracias los dioses que los unos y los otros comúnmente adoraban, ó lo que es más cierto, no pudiendo ayudarles en infortunio tan grave. ¿Acaso entonces, desamparando sus sagrarios y aras se habían asentado todos los dioses que sostenían en pie aquel lugar después que los griegos le quemaron y asolaron? Y si se habían ido, deseo saber la causa; y cuanto más la examino, ballo que tanto mejor es la de los vecinos cuanto es peor la de los dioses; porque los vecinos cerraron las puertas á Fimbria sólo por conservar la ciudad á Sila, y él, enojado, les puso fuego, los abrasó y destruyó del todo; hasta entonces Sila era capitán de la parte civil que tenía mejor causa, y hasta entonces procuraba con las armas recobrar la república; pero de estos buenos principios aun no ha-