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La ciudad de Dios

no Remo en el gobierno. Y ¿cómo había de tolerar á Tacio el que no sufrió á un hermano gemelo? Así, pues, le quitó también la vida, y quedó solo con el reino.

¿Qué condiciones de matrimonios son éstas? ¿Qué motivos de guerras? ¿Qué modo de instruir y conservar la fraternidad, afinidad, sociedad y divinidad? Finalmente, ¿qué vida y costumbres éstas de una ciudad que está bajo la tutela de tantos dioses? ¿Notáis cuán grandes cosas pudiera decir sobre esto si no cuidara de lo que resta y sólo extendiera el discurso á otras materias?



CAPÍTULO XIV

De la injusta guerra que los romanos hicieron á los albanos y de la victoria que alcanzaron por codicia de reinar.


Y ¿qué fué lo que sucedió en Roma después de la muerte de Numa, cuando la gobernaban los reyes sus sucesores? ¿Con cuánto perjuicio, no sólo suyo, sino también de los romanoa, fueron provocados los albanos á tomar las armas? En efecto; la paz de Numa fué tanto más vergonzosa cuanto fueron más frecuentes los estragos y rotas que padecieron alternativamente los ejércitos romano y albano, de que se siguieron el menoscabo y quebranto de una y otra ciudad; porque la inclita ciudad de Alba, fundada por Ascanio, hijo de Eneas (la cual era madre más próxima de Roma que lo era Troya), siendo provocada por el rey Tulo Hostilio, tomó las armas y peleó, y peleando fué afligida y afligió hasta que se cansaron igualmente los unos y los otros de tantos combates; y así determinaron fiar los sucesos de la guerra por una y otra parte á los hermanos Tergeminos ó Termellitos.