Página:La ciudad de Dios - Tomo I.pdf/184

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
166
San Agustín

grandes trabajos y quebrantos. Vencida entonces de este epíteto Roma, triunfaba de haber vencido á Alba, y adoraba su criminalidad con el pomposo nombre de gloria, porque, según dice la Sagrada Escritura, «el pecador, el impío, el tirano, los grandes y poderosos del mundo tienen por grandeza, honra y gloria el ejercitar lo que les pide el apetito y su corazón; estos BOL 8U8 blasones, de esto se jactan y glorían, y no les faltan aduladores que aprueben y alaben sus maldades, y más cuando son mayores y llegan á ser estragos y ruinas de ciudades y provincias enteras. Quítense, pues, las engañosas celadas, los barnices y máscaras con que se disfrazan todas las cosas, para que sinceramente se examinen y consideren. Nadie me diga: aquél y el otro es grande, porque combatió con éste y aquél y venció; pues también combaten los gladiadores y vencen del mismo modo, y esta crueldad tiene igualmente por premio su alabanza; pero en mi concepto tengo por más laudable pagar la pena de cualquiera flojedad ó descuido, que pretender la gloria de aquellas armas: y con todo, si saliesen al teatro y á la arena á combatir entre sí un par de gladiadores, que el uno fuese padre y el otro hijo, ¿quién pudiera sufrir semejante espectáculo?

¿Y quién no lo estorbara? ¿Cómo, pues, pudo ser gloriosa la guerra que se hizo entre dos ciudades, la una madre y la otra hija? ¿Hubo por ventura aquí alguna diferencia porque no hubo arena, ó porque se llenaron los campos más extendidos y espaciosos con los cadáveres, no de dos gladiadores, sino de infinitos de uno y otro pueblo? ¿O porque estos combates y batallas no las cercaba algún anfiteatro, sino todo el orbe? ¿O porque se mostraba aquel impío espectáculo á los presentes entonces, y á los venideros hasta donde se extiende esta fama? Con todo, aquellos dioses patrones del imperio romano, y que, como en un teatro, estaban miranSAN AGUSTÍN