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San Agustín

fuego? ¿A aquella ciudad, cayo principio, esplendor y conservación se creía que amparaban, en que la pudieran ayudar contra las aguas y llamas, como en efecto la misma experiencia manifestó que nada pudieron? No les hiciéramos estas objeciones si dijeran que aquellos dioses los habían instituído, no para custodia de los bienes temporales, sino para significar los eternos: y así, aunque sucediese perderse por ser cosas corporales y visibles, nada se perdía de aquellos objetos en cuya significación fueron instituídos, y que se podían renovar y reparar de nuevo para el mismo efecto; pero ello es cierto que con extraña ceguedad creen que fué posible alcanzar con aquellos dioses, que podían perecer, que no pudiese acabar la salud corporal y la felicidad temporal de la ciudad: y así cuando les manifestamos que, permaneciendo aun salvos sus dioses, les sucedió, ó el estrago en la salud ó la infelicidad, aun tienen valor para no mudar ó abandonar la opinión que no pueden defender.



CAPÍTULO XIX

De los trabajos de la segunda guerra Púnica, en que se consumieron las fuerzas de una y otra parte.


Y descendiendo á la segunda guerra Púnica, sería largo de contar el estrago que estos dos pueblos se hicieron mutuamente con tantas guerras como en tantas partes entre aí sostuvieron, de modo que, en sentir aun de los que tomaron de propósito á su cargo no tanto el referir las guerras romanas como el elogiar al imperio romano, más representación tuvo de vencido el que venció, porque levantando Anibal formidables ejércitos ..