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San Agustín

juegos en honra suya; rigurosamente nos lo mandaron, y nos amenazaron con terribles calamidades si no los ejecutábamos; y porque por accidentes extraordinarios omitimos alguna particularidad de ellos, ó los suspendimos algún tiempo, nos castigaron severamente; y porque practicamos lo que dejamos de hacer por breves instantes, se mostraron contentos y aplacados. Entre sus virtudes y hechos maravillosos se refiere el siguiente: Dijéronle en sueños á Tiro Latino, labrador romano, hombre que poseía casa y familia pingüe, fuese y avisase al Senado que volviesen á celebrar de nuevo los juegos romanos. El primer día en que debían hacerlos sacaron al suplicio á un malhechor en presencia del pueblo romano, y como pretendian realmente los dioses lograr un completo júbilo y regocijo de los juegos, les ofendió la triste y rigurosa justicia pública: y como el que había sido advertido en sueños no se atrevió al día siguiente á ejecutar lo que le mandaron, la segunda noche le volvieron á prevenir lo mismo con más rigor, y perdió la vida su hijo mayor, porque no lo practicó: la tercera noche le dijeron que le amenazaba aún mayor castigo si no ejecutaba la orden; y no atreviéndose, sin embargo de la cruel amenaza, cayó enfermo con un mal terrible y maligno: entonces, por consejo de sus amigos, dió al fin cuenta al magistrado, haciéndose conducir en una litera al Senado; y luego que declaró su misterioso sueño, recobró inmediatamente la salud, volviéndose á pie sano y bueno á su casa. Atónito el Senado con tan estupendo portento, mandó que se volviesen á celebrar los juegos, gastando en ellos cuatro veces mayor cantidad de la acostumbrada. ¿Qué hombre juicioso y cordato babrá que no advierta cómo los hombres sujetos á los infernales espíritus (de cuyo poderío no los puede librar otro que la gracia de Dios por Jesucristo Señor nuestro) fueron for-