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San Agustín

CAPÍTULO II

De la disposición semejante y desemejante de dos mellizos.


Refiere Cicerón que Hipócrates, insigne médico, escribe habiendo caído enfermos dos hermanos á un que mismo tiempo, viendo que su enfermedad en un mismo instante crecía, y en el mismo declinaba, sospechó que eran gemėlos de quienes el estoico Posidonio, aficionado en extremo á la Astrología, solía decir que habían nacido bajo una misma constelación, que en la misma fueron concebidos, de modo que lo que el médico creía pertenecia á la correspondencia ó semejanza que tenían entre sí por su disposición física, esto el filósofo astrólogo lo atribuía á la influencia y constitución de las estrellas que se reconoció al tiempo que nacieron y se concibieron. En este punto es mucho más creíble y común la conjetura de los médicos, pues conforme á la disposición corporal que tenían los padres cuando se juntaron carnalmente, pudieron disponerse los primeros materiales y resortes de la generación, de modo que, continuando por el cuerpo de la madre los mismos incrementos, naciesen los hijos de una igual, buena o mala disposición; después, criándose en una misma casa, con unos propios alimentos, sobre cuyas circunstancias dicen los médicos que el aire, el sitio del lugar y la naturaleza de las aguas pueden mucho para preparar bien ó mal el cuerpo, y acostumbrándose también á unos mísmos ejercicios, es factible tuviesen los cuerpos tan semejantes, que de un mismo modo se dispusiesen para estar enfermos á un tiempo, y por unas mismas causas: pero querer contraer á la igualdad y semejanza de esta enfermedad la constitución del cielo y de las estrellas que se observó cuando los engendraron ó cuando nacie-