Página:La ciudad de Dios - Tomo I.pdf/296

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
278
San Agustín

los gemelos tengan diferentes suertes hasta en el vientre de su madre, ¿por qué un instante en el nacimiento no motivará que cualquiera otros dos tengan diferentes suertes en la tierra, y así se quiten todas las ficciones de esta arte, ó, por mejor decir, vanidad? ¿Qué misterio se encierra en que los concebidos en un mismo tiempo, en un mismo momento, debajo de una misma porción del cielo, tengan diferentes suertes que los impele á nacer en diferente hora, y que dos nacidos igualmente de dos madres en un momento de tiempo, debajo de una misma constelación del cielo, no puedan tener diferentes suertes que los traiga á diferente necesidad de vivir ó de morir? ¿Acaso los concebidos no participan de la influencia de los hados sino cuando llega el momento de nacer? ¿Cómo, pues, aseguran que si se halla la hora de la concepción pueden adivinar muchas maravillas? ¿Y cómo defienden también algunos que un sabio escogió la hora en que se había de juntar con su esposa, y mediante una lección tan prudente logró procrear un hermoso y perfecto hijo? ¿Cómo, finalmente, decía Posidonio, aquel grande astrólogo y filósofo, de los dos gemelos, que la causa de haber enfermado en un mismo tiempo consistió en que nacieron en un mismo momento, y en uno mismo fueron concebidos?

Sin duda, parece, añadió la concepción, porque no le dijesen que no pudieron nacer precisamente en un mismo tiempo los que era notorio fueron concebidos en un mismo momento, y por no atribuir la particularidad de haber enfermado de un mismo mal y a un mismo tiempo, á la igual templanza ó disposición del cuerpo; antes más bien por imputar y hacer dependiente de las estrellas aquella misma igualdad y semejanza de enfermedad. Y si tanto puede para la igualdad de los hados la concepción, no se habían de mudar estos mismos hados con el nacimiento, ó si se inmutan los hados de los