Página:La ciudad de Dios - Tomo I.pdf/390

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
372
San Agustín

sueños de Tito Tacio, ó los de Rómulo, ó los de Tulio Hostilio? Tito Tacio dedicó á la diosa Cloacina, Rómulo á Pico Tiberino, Hostilio al pavor y al palor ó amarillez, afectos pestilenciales del hombre, de los cuales el uno es un movimiento ó alteración del ánimo espantado y despavorido, y el otro del cuerpo, y aun no es enfermedad, sino color; ¿y has de crer que éstos son dioses, canonizándolos y colocándolos en el cielo? De los mismos ritos atroces y torpes, ¿acaso no escribió también con la mayor libertad?» El uno, dice, se corta las partes que tiene de hombre, y el otro los morcillos de los brazos: ¿cómo ó cuándo temen á los dioses airados los que así granjean y los lisonjean los propicios?

Parece que por ningún motivo se deben reverenciar los dioses, si es que igualmente quieren se les tribute este honor. Tan grande es el furor y desvarío de un juicio perturbado y sacado de sus quicios, que piensan aplacar á los dioses con sacrificios tales, que ni aun los hombres más bárbaros, traídos por argumento de fábulas y tragedias crueles, se muestran más inhumanos y atroces que ellos. Los tiranos, aunque hicieron pedazos los miembros de algunos, sin embargo, a nadie mandaron que se los despedazase á sí propio. Á algunos han castrado por contemplar ó contemporizarse con el apetito sensual de algunos príncipes; más ninguno puso en sí mismo las manos por mandato de algún señor para dejar de ser hombres. Á sí propios se despedazaron en los templos, y bañados en su propia sangre y mortales heridas, imploran el favor de sus mentidas deidades: si alguno tiene lugar de ver lo que hacen y lo que padecen, advertirá acciones tan indecentes é impropias de los honestos, tan indignas de los libertinos, tan desemejantes y contrarias á las de los cuerdos y sensatos, que no dudaría decir que están dementes y furiosos si fueron menos en número; pero ahora, la numerosa 4