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La ciudad de Dios

go, no por eso deberíamos adorarlos como á Dios, sino antes á aquel de quien nos constara que ellos lo habían recibido. ¿Cuánto menos son dignos ahora del culto divino unos animales aéreos que para esto son racionales, para que puedan ser míseros; para esto pasivos, para que sean miserables; para esto eternos, para que no puedan acabar la miseria; y así, por dejar lo demás y tratar solamente de lo que dice que los demonios tienen común con nosotros, esto es, las pasiones del alma, si todos los cuatro elementos están llenos cada uno de sus animales, el fuego y el aire de los inmortales, el agua y tierra de los mortales, pregunto: ¿por qué las almas de los demonios padecen turbaciones y tormentos de las pasiones Porque la perturbación es la que en griego se dice pathos, por lo que los llamó en el ánimo pasivos, pues palabra por palabra pathos se dijera pasión, que es un movimiento del ánimo contra razón: ¿por qué motivo hay esta cualidad en los ánimos de los demonios, lo que no hay en los brutos? Pues cuando se echa de ver alguna circunstancia como ésta en los brutos, no es perturbación, mediante á que no es contra ra—zón, de que. carecen los brutos. Y que en los hombres haya estas perturbaciones, lo causa la ignorancia ó la miseria, porque aun no somos bienaventurados con aquella perfección de sabiduría que se nos promete alfin, cuando estuviéremos libres de esta mortalidad; pero los dioses dicen que no padecen estas perturbaciones, porque no sólo son eternos, sino también bienaventurados; en atención á que las mismas almas racionales dicen que tienen también ellos, pero puras y purificadas de toda mácula y contagio; por lo cual, si por eso los dioses no se perturban por ser animales bienaventurados y no miserables, y los brutos no se perturban porque son animales que ni pueden ser bienaventurados ni miserables, resta que los demonios, ..

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