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San Agustín

İN obras de los demonios, quienes, advierta, ya que se persuade que deben adorarse, lo que relaciona cuando dice que son necesarios para que lleven nuestras oraciones á los dioses, supuesto que debemos huir de sus obras si queremos que nuestras oraciones lleguen delante del verdadero Dios. Pregunto lo segundo: ¿que especie de oraciones le parece llevan los demonios de los hombres á los dioses buenos, las mágicas ó las lícitas? Si las mágicas, los dioses no gustan de ellas; si las lícitas, no las quieren por medio de tales arbitrios, y si el pecador arrepentido mayormente por haber cometido alguna culpa mágica es posible que consiga el perdón por la intercesión de aquellos con cuyo impulso ó favor le pesa de haber incidido en tan torpe reato. O si acaso los mismos demonios, para poder alcanzar la remisión á los que se arrepienten, ¿hacen también primero penitencia por haberlos engañado, á efecto de que igualmente se les perdone? Esto jamás se ha dicho de los demonios; porque, si fuese así, de ningún modo se atreverían á desear la honra y culto que se debe á Dios los que por medio de la penitencia apetecían alcanzar la gracia del perdón; porque en lo uno hay una soberbia digna de abominación, y en lo otro una humildad digna de compasión.



CAPÍTULO XX

Si se debe creer que los dioses buenos de mejor gana se comunican con los demonios que con los hombres.


Pero ciertamente dirán que hay una causa urgente y muy convintente, por la cual es indispensable que los demonios sean medianeros entre los dioses y entre