İN obras de los demonios, quienes, advierta, ya que se persuade que deben adorarse, lo que relaciona cuando dice que son necesarios para que lleven nuestras oraciones á los dioses, supuesto que debemos huir de sus obras si queremos que nuestras oraciones lleguen delante del verdadero Dios. Pregunto lo segundo: ¿que especie de oraciones le parece llevan los demonios de los hombres á los dioses buenos, las mágicas ó las lícitas? Si las mágicas, los dioses no gustan de ellas; si las lícitas, no las quieren por medio de tales arbitrios, y si el pecador arrepentido mayormente por haber cometido alguna culpa mágica es posible que consiga el perdón por la intercesión de aquellos con cuyo impulso ó favor le pesa de haber incidido en tan torpe reato. O si acaso los mismos demonios, para poder alcanzar la remisión á los que se arrepienten, ¿hacen también primero penitencia por haberlos engañado, á efecto de que igualmente se les perdone? Esto jamás se ha dicho de los demonios; porque, si fuese así, de ningún modo se atreverían á desear la honra y culto que se debe á Dios los que por medio de la penitencia apetecían alcanzar la gracia del perdón; porque en lo uno hay una soberbia digna de abominación, y en lo otro una humildad digna de compasión.
CAPÍTULO XX
Pero ciertamente dirán que hay una causa urgente y muy convintente, por la cual es indispensable que los demonios sean medianeros entre los dioses y entre