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San Agustín

entre los pobres y necesitados, sólo pretenden sacrificar y bendecir en aquel santo lugar su comida, por los méritos de los mártires, en nombre del Señor verdadero de éstos. Y que esta práctica no sea ofrecer sacrificio á los mártires lo sabe y comprende el que conoce el único y solo sacrificio, que es el que allí se ofrece á Dios; así que nosotros no reverenciamos á nuestros mártires ni con honras divinas, ni con culpas humanas, como ellos adoran á sus dioses, ni les ofrecemos sacrificios, ni sus crímenes y afrentas las convertimos en un acto de religión suyo. De Isis, mujer de Osiris, diosa de Egipto, y de sus respectivos padres (quienes escriben que todos fueron reyes, y que sacrificando Isis un día en honor de sus padres descubrió el uso de la cebada, manifestando las espigas al rey su esposo y á su consejero Mercurio, por lo cual quiere que sea la misma que Ceres), cuántos y cuán grandes crímenes y maldades se hallan escritas, no en los poetas, sino en sus escrituras místicas, como lo que escribe Alejandro Magno á su madre Olimpias, conforme al secreto que le descubrió y comunicó un sacerdote llamado León; léanlo, pues, los que quisieren ó pudieren, y recorran su memoria los que lo hayan leído y adviertan á qué especie de hombres muertos, ó por qué hazañas practicadas por ellos les instituyeron como á dioses culto, religión y sacrificios. Y no presuman con ningún pretexto comparar á estos tales, aunque los reputen por dioses, con nuestros santos mártires, no obstante de que no los tengamos por dioses; porque de este modo no instituí mos sacerdotes, ni ofrecemos sacrificios á nuestros mártires, mediante á que esta liturgia es improporcio.nada, indebida, ilícita y solamente debida á un solo Dios; de forma que no los entretenemos ni con sus culpas, ni con juegos torpes y abominables, en los cuales celebran éstos, ó las abominaciones de aus dioses, Bi