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San Agustín

decirse así, diríamos que de ninguna manera vencen nuestros héroes á la Hera con humildes dones, sino con virtudes divinas; y por eso más á propósito pusieron á Escipión el sobrenombre de Africano, porque venció y conquistó con su valor el África, que si con dones y dádivas aplacara á los africanos sus enemigos para que se aquietaran y no le causaran daño alguno.

CAPÍTULO XXII De dónde dimana la potestad que ejercen los santos sobre los demonios, y de dónde procede la verdadera purificación del corazón, Por cuanto los hombres de Dios, por medio de la verdadera piedad salen vencedores contra la potestad aérea, enemiga y contraria á la piedad, exorcisándola y no aplacándola, y todas sus tentaciones y acometidas las vencen haciendo oración, no á ella, sino á su Dios contra ella: mediante á que ésta no vence ó sujeta á alguno sino es con la asociación del pecado, por lo mismo la victoria se consigue en nombre de aquel Señor que se hizo hombre y vivió indemne de toda mácula de pecado, á efecto de que por la virtud divina del mismo, que era juntamente sacerdote y sacrificio, se realizara la remisión de los pecados, esto es, por el medianero entre Dios y los hombres, el Hombre Cristo Jesús, por cuyo medio, efectuada la purificación de nuestros crímenes, nos reconciliamos y volvemos á la gracia de Dios; en atención á que los hombres no se desvían ni apartan de Dios sino es por medio de los pecados, cuya purificación no puede hacerse en esta vida por nuestras propias fuerzas y virtud, sino mediante la divina mise-