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San Agustín

parto del cuerpo, nacido de una virgen? Tampoco esto os debe ofender, antes os debe mover á creer en Dios, viendo que el que es admirable nace admirablemente.

¿O acaso el ver que, habiendo una vez dejado el cuerpo con la muerte, y habiéndole renovado y mejorado con la resurrección, le subió á los cielos incorruptible ya é inmortal? Podría ser que os resistieseis á creerlo, observando que Porfirio, en los mismos libros que escribió de regressu anime, de los cuales ha citado bastantes particularidades, enseña y manda frecuentemente que debe huirse todo lo que es cuerpo, para que el alma pueda permanecer bienaventurada con Dios; pero antes él en este particular debió ser corregido, especialmente sintiendo vosotros con él del alma visible de este mundo, que es una máquina corpórea animal, y animal beatísimo, el cual queréis también que sea sempiterno.

¿De qué manera, ni jamás dejará el cuerpo, ni jamás carecerá de la bienaventuranza, si para que sea el alma bienaventurada debe huir de todo lo que es cuerpo?

También el sol y los demás astros, no solo confesáis en vuestros libros que son corpóreos (lo que con todos vosotros y cuantos hay los ven sin duda y lo confiesan), sino que con una pericia y charlatanería extraordinaria (á vuestro parecer más profunda) afirmáis que estos astros son animales beatísimos, y por los cuerpos que tienen, sempiternos. ¿Cuál es, pues, la causa por que cuando os predican y persuaden la fe cristiana, entonces olvidáis ó fingís que ignoráis qué es lo que acostumbráis leer y enseñar? ¿Qué razón hay para que vuestras mismas opiniones, que vosotros propios refutáis, no queráis ser cristianos sino porque Cristo vino humilde, y vosotros sois soberbios? De la cualidad que han de tener los cuerpos de los Santos en la resurrección (aunque se puede disputar con más sutileza y escrupulosidad entre los doctos y versados en las cristia-