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San Agustín

las naturalezas que no son lo que es este gran Señor?

Pues dar entrada en esta controversia de religión á los que defienden que se debe el culto de los sacrificios á muchos dioses, sería cosa muy exorbitante é indigna.

Estos filósofos excedieron á los demás en fama y autoridad: no por otro motivo, sino porque aunque con notable distancia, no obstante, se aproximaron más que los otros á la verdad. O acaso han de decir que la substancia de Dios, la cual ni la incluyen ni determinan, ni la extienden en lugar, sino que la confiesan, como es razón sentir de Dios, que está en todas partes con la presencia incorpórea, ¿han de decir, digo, que está ausente de tantos y tan inmensos espacios de lugares como hay fuera del mundo, y que está ocupada solamente en un lugar, y aquél, en comparación de aquella infinidad é inmensidad, tan pequeño como es el lugar donde está este mundo? No presumo que se resolverán á imaginar tales disparates, confesando, pues, ellos, un mundo, el cual aunque es de inmensa grandeza corpórea, con todo, dicen que es finito y determinado en au lugar, y hecho por mano de Dios; lo que responden á la cuestión sobre los infinitos lugares constituídos fuera del mundo, porque Dios en ellos cesa de obrar y está ocioso; eso mismo respóndanse á sí mismos en la controversia sobre los infinitos tiempos antes del mundo, porque Dios cesó de obrar en ellos y estuvo ocioso. Y así como no se infiere, ni es consecuencia legítima, que acaso más por alta disposición y razón divina haya Dios criado y colocado el mundo en este lugar á donde existe, y no en otro, pues habiendo por todas partes infinitos lugares igualmente desembarazados y patentes, pudo escoger éste sin que hubiese en él ninguna prerrogativa o excelencia particular, aunque esta misma disposición y razón divina por qué así lo hizo no la pueda comprender ningún entendimiento humano, así