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San Agustín

seguros á diestro y siniestro, por la gloria y por la ignominia, por la infamia y la buena fama, teniéndonos el mundo por embusteros, siendo, con todo, hombres de verdad; por no conocidos, siendo, sin embargo, conocidos; por muertos, perseverando vivos; por castigados, y no muertos; por tristes, estando siempre alegres; por pobres, enriqueciendo á muchos; como quien nada posee, poseyéndolo todo», así como contraponiendo los contrarios á sus contrarios se adorna la elegancia del lenguaje, asi se compone y adorna la hermosura del universo con una cierta elocuencia, no de palabras, sino de operaciones, contraponiendo los contrarios. Con toda claridad nos enseña esta doctrina el Eclesiástico cuande dice: «Así como es contrario al mal el bien, y como es contraria á la muerte la vida, así es contrario al juato el pecador, y en esta conformidad observarás en todas las admirables obras del Altísímo de dos en dos las cosas, una contraria á la otra».



CAPÍTULO XIX

Qué debe sentirse, al parecer, de lo que dice la Sagrada Esoritura que dividió Dios entre la luz y las tinieblas.


Así que aun cuando la obscuridad y misteriosa inteligencia de la divina palabra sea también útil para adquirir un exacto conocimiento de aquel Señor que nos produce verdades sensibles, y las saca á la luz del conocimiento mientras uno la entiende de un modo, y otro de otro; pero con la precisa condición que lo que se percibe en un lugar obscuro se confirme, ó con el irrefragable testimonio de cosas claras y manifiestus ó con otros lugares que no admitan duda, ya sea porque