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La ciudad de Dios

bros tan conocidos y divinos, que vaticinaron y dijes ron que todo el orbe había de darles crédito, y según lo expresaron así todo el mundo les prestó gustosamente su asenso, los cuales —prueban y demuestran que dijeron verdad en los que nos refleren de los sucesos pretéritos, cuando vemos que se va cumpliendo con tanta puntualidad todo cuanto dijeron que había de suceder?



CAPÍTULO XI

De los que opinan que este mundo, aunque no es eterno, sin embargo, se reproduce, esto es, que el mismo mundo al cabo de ciertos siglos perece vuelve á nacer.


Pero otros que están persuadidos que el mundo no es eterno, ya piensen que no es uno sólo, sino que son inu merables, ya confiesen que es uno sólo, pero que por ciertos intervalos de siglos nace y muere innumerables veces, es indispensable que confiesen que el linaje humano estuvo primero sin hombres que pudiesen procrear; porque esto no sucede del mismo modo que en los diluvios é incendios de las tierras, los cuales presumen que no suceden generalmente en todo el mundo, y por eso pretenden que siempre quedan algunos pocos hombres con quienes se pudo reparar la generación extinguida; así también pueden éstos imaginar que, pereciendo el mundo, quedan algunos hombres en el mundo, sino que así como piensan que el mismo mundo renace de au materia, así piensan que en él brota de los elementos el linaje humano, y después, de sus padres, la generación de los mortales, como la de los otros animales: