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San Agustín

cosas fueron ya en la predestinación de Dios, que por eso no hay cosa nueva debajo del sol; pero no permita Dios en la fe verdadera que profesamos, que creamos que estas palabras de Salomón signifiquen ó digan aquellos circuitos y retornos con que ellos piensan que unas mismas revoluciones de los tiempos y de las cosas temporales van dando la vuelta de manera que (pongamos por ejemplo) en este siglo Platón, insigne filósofo, enseñó á sus discípulos en la ciudad de Atenas en la escuela que se dijo Academia, así por siglos inumerables atrás, aunque por muy largos y prolijos intervalos, sin embargo, ciertos y determinados, el mismo Platón, la misma ciudad, la misma escuela y los mismos discípulos vol á ser y existir, y por inumerables siglos después volverán á ser. Así que, Dios nos libre de que creamos esto: «porque una vez murió Jesucristo por nuestros pecados, y habiendo resucitado de entre los muertos ya no muere, ni la muerte tendrá más dominio sobre él, y nosotros, después de la resurrección, estaremos siempre con el Señor» (1) á quien con confianza decimos ahora lo que nos advierte el real profeta (2): «tú, Señor, nos guardarás y ampararás de esta generación para siempre». Y me parece que muy al caso les conviene lo que se sigue, in circuitu impii ambulant: «los impíos andan en circuito», no porque ha de venir á dar vuelta su vida por los círculos imaginarios que creen, sino porque es tal en la actualidad el camino errado que llevan, esto es, su falsa doctrina.

(1) San Pablo, en su ep. á los Romanos, cap. VI, y en la segunda á los Tesalonicenses, cap. IV, dice: semel enim Christus mortuus est pro peccatis nostris; resurgens autem á mortuie, jam non moritur, et more ei ultra non dominabitur, et nos post resur rectionem semper cum Domino erimus.

(2) Salmo 11. Tu, Domine, servabis nos, et custodies nos a generatione hac in aeternum.