Página:La ciudad de Dios - Tomo II.pdf/368

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
366
San Agustín

İN quien no puede suceder cosa alguna de nuevo, y en quien no hay cosa mudable? Y porque oyendo nosotros esta doctrina no nos inquietara acaso alguna duda, inmediatamente respondió, hablando con el mismo Dios: secundum' altitudinem tuam multiplicasti filios hominum, «conforme á tu grandeza multiplicaste á los hijos de los hombres». Sientan, dice, los hombres y estén satisfechos de lo que piensan, é imaginen lo que les agrade y todo cuanto quieran, y de eso disputen y conferencien: vos, Señor, conforme a vuestra grandeza y majestad, la cual no puede comprender ningún entendimiento humano, multiplicaste los hijos de los hombres; porque es asunto muy pecabroso, profundo é incomprensible el querer investigar cómo Dios fué siempre, y cómo quiso hacer primeramente en algún tiempo al hombre, que nunca antes había criado, y cómo, sin embargo, no mudó ni de dictamen ni de voluntad.



CAPÍTULO XV

Si para que se entienda que fué también siempre Señor, así como siempre fué Dios, hemos de creer que tampoco le faltó jamás oriatura de quien fuese Señor, y cómo se dice criado siempre lo que no puede decirse coeterno.


Pues así como no me atrevo á decir que Dios nuestro Señor alguna vez no fué Señor, así no debo dudar de que el hombre nunca fué antes, y que en cierto tiempo fué primeramente criado; pero cuando considero. de que pudo ser siempre Señor, si la criatura no fué ó no existió siempre, tamo afirmar cosa alguna, porque me considero á mí mismo, y advierto también T