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San Agustín

manera que de enojo y cólera, porque no escribe bien la pluma, la rompe y arroja. Sin embargo; también esto, aunque menos razonable, es un cierto apetito de venganza, y no sé qué, por llamarlo así, como sombra de retribución, que los que mal hacen mal padezcan. Así pues, hay apetito de venganza, que se llama ira; hay apetito ó codicia de poseer, que se llama avaricia; hay apetito ó deseo, como quiera, de vencer, que se llama pertinacia; hay apetito y ansia.de gloriarse ó jactarse, que se llama jactancia; hay muchos y varios apetitos que en idioma latino se dicen libidines, que algunos de ellos tienen asimismo sus voces propias, y otros no las tienen; porque ¿quién podrá fácilmente decir cómo se llama el apetito de dominio y señorío, del cual, no obstante, nos muestra y testifica la funesta experiencia de las guerras civiles, que es muy poderoso y señor absoluto de los corazones y ánimos de los tiranos?



CAPÍTULO XVI

De la malicia del apetito, que en latin se llama libido, cuyo nombre, aunque cuadre á machos vicios propiamente, se atribuye á los movimientos torpes y deshonestos del cuerpo.


Aunque los apetitos de muchas cosas llámanse en latín libidines, cuando se escribe solo libido, sin decir á qué pasión se reflere, casi siempre se entiende el apetito con que se incitan y mueven las partes vergonzosas del cuerpo; apetito que, no sólo se apodera del cuerpo en lo exterior, sino también en lo interior, y conmueve de tal modo á todo el hombre juntando y mezclando el afecto del ánimo con el deseo de la carne, que resulta el mayor de los deleites del cuerpo; de suerte que cuando