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San Agustín

el Diluvio, no queriendo derogar la fe á los libros que tiene recibidos la Iglesia por los más auténticos, y creyendo que los de los judíos son los que no contienen la verdad más bien que los nuestros. Porque no admiten que pudo haber antes aquí error de los intérpretes que falsedad allá en la lengua que se tradujo en la nuestra por medio de la griega, sino que dicen que no es creíble que los setenta intérpretes que juntamente en un tiempo y con un sentido la interpretaron pudiesen errar, ó que donde á ellos no les iba nada quisiesen mentir: pero que los judíos, de envidia de que la ley y los profetas hayan venido á nuestro poder por medio de la interpretación, mudaron algunas cosas en sus libros por disminuir la autoridad de los nuestros. Esta opinión ó sospecha admítala cada uno como le pareciere; con todo, es cosa cierta que no vivió Matusalén después del Diluvio, sino que murió el mismo año, si es verdad lo que se halla en los libros de los hebreos Bobre el número de los años. Lo que á mi me parece de los setenta intérpretes lo diré más particularmente en au propio lugar, al llegar, con el favor de Dios, el momento de tratar de aquellos tiempos cuando lo pida la necesidad y estado de esta obra, porque para la duda presente basta que, según los libros de los unos y de los otros, los hombres de aquel siglo tuvieron tan largas vidas que pudo en la edad de uno que nació el primero, de dos padres que tuvo solos la tierra en aquel tiempo, multiplicarse el linaje humano de manera que pudiese fundar una ciudad.