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San Agustín

' 160 SAN AGUSTIN Camán, á los cuales años llama el sagrado texto ciento noventa; y después en todas las generaciones en que antes del Diluvio se refieren los años de los hombres, ninguno casi se halla en nuestros libros que de cien años, ó de allí abajo, ó de ciento veinte, ó no mucho más, haya engendrado hijo, sino que los que de menor, edad procrearon, se dice que fueron de ciento sesenta años y más, porque ningún hombre, aseguran, puede engendrar de diez años, & cuyo número llamaban entonces cien años; pero á los dieciséis años está madura y perfecta la pubertad, é idónea ya para procrear, á los cuales llamaban en aquella época ciento sesenta. Dado caso que no sea increfble que de otra manera se contasen entonces los años, añaden lo que se halla en muchos historiadores, que los egipcios tuvieron el año de cuatro meses, los acarnanios de seis meses, los lavinios de trece meses. Plinio II, habiendo dicho que se hallaba escrito que un hombre vivió ciento cincuenta y dos años, y otro diez más, y que otros vivieron doscientos años, otros trescientos, y que otros llegaron á quinientos, algunos á seiscientos y otros aun á ochocientos, piensa que todo esto nació por la ignorancia de los tiempos; porque unos, dice, reducían un año á un verano, otros á un invierno, y otros á las cuatro estaciones del año, como los Arcades, dice, cuyos años fueron de tres meses. Añadió también que en cierto tiempo los egipcios, cuyos pequeños años insinuamos arriba que fueron de cuatro meses, en una lunación terminaban su año; así que entre ellos, dice, se cuenta que vivieron mil años. Con estos argumentos como probables, procurando algunos no destruir la fe de esta sagrada historia, sino confirmarla para que no sea increíble lo que refiere que los antiguos vivieron tantos años, se persuadieron á sí mismos y piensan que, no sin razón, lo persuaden á otros, de que entonces un espacio "